El Comité de Promoción de la Salud (CPS) de la Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su grupo de trabajo de salud digital, ha expresado su preocupación por el impacto que puede tener el uso excesivo de dispositivos digitales en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños y adolescentes. En un documento de recomendaciones, los pediatras de la AEP plantean la necesidad de reevaluar la implementación de tecnologías y el uso de las pantallas en las aulas desde el punto de vista de la salud.
Según la doctora María Salmerón, coordinadora de este grupo, «el uso de pantallas en la enseñanza no ha demostrado hasta la fecha mejoras en el aprendizaje respecto a la lectura en papel o la escritura a mano». Además, se ha evidenciado que el uso de smartphones en horario escolar puede ser una distracción para los estudiantes y afectar negativamente su rendimiento académico.
Pautas para un uso moderado y supervisado de dispositivos digitales
Conscientes de que la digitalización es una realidad en el ámbito educativo, la AEP propone una serie de pautas para garantizar un uso moderado y supervisado de los dispositivos digitales en las aulas:
- Limitar el tiempo de exposición y uso de las pantallas según la edad, sin superar las recomendaciones de las sociedades científicas y pediatras.
- Utilizar dispositivos propiedad del centro escolar, configurados para evitar contenidos inadecuados y con cuentas específicas para uso educativo.
- Eliminar elementos que fomenten comportamientos adictivos o el uso excesivo de pantallas, como juegos o gratificaciones inmediatas.
- Capacitar a docentes, alumnos y padres sobre el impacto de las pantallas en la salud y el aprendizaje.
Estas recomendaciones se enmarcan dentro del Plan Digital Familiar, una plataforma respaldada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que busca orientar a las familias en el uso responsable de las tecnologías en el hogar.
Uso de pantallas en Suecia
España no es el único país europeo en replantearse el uso pantallas en niños como herramienta de educación. El año pasado, Suecia tomó la decisión de pausar su plan de digitalización educativa. Esto se debe a los preocupantes resultados del Informe PIRLS 2021, que reveló una disminución en la capacidad lectora de los estudiantes suecos.
La ministra de Educación sueca, Lotta Edholm, había anunciado fondos para agilizar la vuelta de los libros a las aulas, con el objetivo de garantizar un libro por asignatura para cada alumno. Con esta medida Suecia busca reforzar las habilidades básicas como la lectura, la escritura y la aritmética, que se consideran requisitos previos para el aprendizaje global.
Tanto en España como en Suecia, las autoridades educativas y los expertos en salud infantil coinciden en la necesidad de encontrar un equilibrio adecuado en el uso de tecnologías en las aulas. Lo que buscan con estas medidas es enfocarse en el desarrollo integral de los estudiantes y las metodologías probadas que fomentan un aprendizaje sólido y duradero.