Cambio de política: así es la última penalización de Twitch

la última penalización de Twitch

Si existe una gran plataforma que habitualmente se ha visto envuelta en polémicas, esa es sin duda Twitch. En parte, está claro que su gran éxito y la gran cantidad de creadores de contenidos que la utilizan motivan esta situación, pero hay más razones. De hecho, en los últimos tiempos da la sensación de que sus responsables no terminan de tener claro hacia dónde quieren dirigirse en muchos sentidos. Algo que se demuestra con el último cambio de político que va a sacudir a la herramienta, y que vamos a contarte en profundidad. Probablemente te resulte útil tanto si eres un creador de contenido como si simplemente disfrutas de lo que otros comparten. Así es la última penalización de Twitch y que, como no, ya ha despertado polémica y todo tipo de reacciones.

Twitch y el supuesto contenido sexual

la última penalización de Twitch

¿Dónde están los límites del erotismo, la sensualidad y la libertad de los creadores de contenido en el sentido más carnal? Esta es sin duda una pregunta compleja, sobre todo porque puede variar y mucho dependiendo de a quién la preguntes. Contentar a todos parece imposible, y Twitch da la impresión de estar aprendiéndolo a golpes.

La falta de lucidez de Twitch a la hora de tener claro o decidir qué se puede o no se puede mostrar o sugerir en su plataforma resulta obvia. Pero también es justo que tampoco toda la culpa es suya. Muchos de sus usuarios utilizan las posiciones más ambiguas o poco claras de sus supuestas normas para saltársela o, al menos, llevarlas al límite. ¿El resultado? Básicamente que una vez más Twitch haya tenido que desdecirse en un corto periodo de tiempo y cambiar de política, además de anunciar una nueva penalización.

Hace poco menos de un mes, Twitch compartía oficialmente un mensaje en el aseguraba que partir de ahora sería más tolerante, por así decirlo, con ciertos contenidos sexuales. Por ejemplo, a la hora de dibujar desnudos, sugerir pechos y nalgas y cosas por el estilo, que hasta el momento no se permitían. Pues bien, en poco más de treinta días, Twitch no solo ha rectificado, sino que ha dado marcha atrás. Donde digo Diego…

Con el fin de hacer de Twitch un lugar “seguro y acogedor” (signifique lo que signifique eso), la plataforma ha cambiado de nuevo sus políticas, sobre todo aquella que tienen que ver con la vestimenta de sus protagonistas. Por ejemplo, ahora no estará permitido cubrir el cuerpo con ropa transparente, sino que esta deberá ser totalmente opaca, si se quieren evitar las sanciones. Además, han resaltado también la importancia de etiquetar correctamente según qué comportamientos “picantes”.

La delgada línea de la censura en Twitch

la última penalización de Twitch

Da la sensación, viendo todo lo que ha sucedido en las últimas semanas, de que las líneas rojas que Twitch marcaba a la hora de permitir contenidos adultos o sexuales en su plataforma no estaban del todo definidas. No eran claras, vaya. Algo que algunos creadores de contenido han aprovechado para intentar ir un poco al límite, por así decirlo. ¿Qué sucede si alguien sugiera que no lleva ropa aunque no lo muestre de forma explícita? Pues que no estará permitido, según revela la última penalización de Twitch.

Igualmente tampoco se podrá cubrir los senos o los genitales de forma parcial, por ejemplo por medio de las llamadas barras de censura. Si como se suele decir, la intención es lo que cuenta, Twitch se mostrará inflexible en según qué tipo de insinuaciones.

Veámoslo de una forma práctica: si por ejemplo una streamer da a entender que está desnuda, aunque no enseñe nada, esta será penalizada, pero si por el contrario lleva un escote que no incumpla del todo su política, dejando claro que lleva ropa, sí podrá compartir y publicar su contenido sin consecuencias.

Una política que, ya decimos, parece contradecir completamente lo que la propia Twitch anunció hace nada. ¿Y por qué esta rectificación tan repentina? Pues cabe suponer que por las quejas que han recibido por parte de algunos usuarios después de que algunas streamers sugirieran estar desnudas, o incluso mostraran parte de sus senos, aunque no fuera del todo. Un comportamiento que parece haber contrariado a algunos, y que la propia Twitch no ha tenido más remedio que intentar evitar.

Rectificar… ¿es de sabios? La última penalización de Twitch

la última penalización de Twitch

La justificación de Twitch a la hora de anunciar estas medidas contrarias a los contenidos sexuales es la habitual, la que suele repetirse en la mayoría de estos casos: el público más joven. Con etiquetas específicas o sin ellas, nunca faltan quienes buscan preservar la inocencia de los usuarios más joven que pululan por Internet y que, esto es innegable, utilizan plataformas como Twitch con frecuencia.

En este mismo sentido, Twitch ha confirmado también que está trabajando para que los contenidos que podrían considerarse para adultos, no se visualicen en las correspondientes miniaturas, evitando así que lleguen a los niños, aunque sea de forma un tanto indirecta. ¿Y cómo pretenden hacerlo los responsables del portal? Pues haciendo que estas miniaturas resulten borrosas.

Al final, tal y como comentábamos, la política y la última penalización de Twitch navegan entre dos aguas. Por un lado, está su intento de hacer una plataforma lo más democrática posible, con el fin de que todo tipo de streamers puedan participar en ella sin estar obligados constantemente a verse censurados, o censurarse ellos mismos. Por el otro, tampoco quieren enfrentarse a las críticas airadas de ciertos padres o defensores de la moral, amén de intentar preservar la inocencia de los usuarios más jóvenes. Un equilibrio que no es ni mucho menos sencillo de conseguir, y que tiene como consecuencia las contradicciones en las que la propia Twitch parece verse en vuelta con frecuencia.

Agradar a todos los usuarios es imposible, pero al final, en caso de duda, parece que Twitch ha decidido tirar por el camino más sencillo: rendirse en la medida de lo posible a la corrección política, antes de verse salpicada por alguna que otra polémica de carácter. Sobre todo, porque no sería la primera vez.


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